A Rapa das Bestas – ¿Tradición cruel?
‘As bestas’, es una película/thriller rural hispanofrancés de 2022 dirigida por Rodrigo Sor ogoyen y protagonizada por Denis Menochet, Marina Foïs, Luis Zahera y Diego Anido. Ambientada en Galicia, narra la historia de Una pareja francesa de mediana edad que se muda a un pueblo local en busca de cercanía con la naturaleza, donde su presencia inflama a dos lugareños hasta el punto de una abierta hostilidad y una violencia impactante.
En el arranque de la película, 2 hombres intentan reducir a un caballo salvaje. Estas imágenes de hombres aferrados a caballos hasta hacerlos caer, están basadas en la tradición de la ‘rapa das bestas’. Es la lucha entre el endémico caballo salvaje de los montes gallegos y los ‘aloitadores’, que derriban a los equinos para cortarles la crin, desparasitarlos y marcarlos antes de devolverlos a su medio natural.
La rapa das bestas significa, literalmente, “rapa de las bestias”, y es la forma en que se denomina al momento de cortar las crines de caballos que viven de manera salvaje.
Origen
Los vecinos de la localidad de Sabucedo (Pontevedra), mantienen de forma general la creencia de que el origen de esta fiesta están en el hecho de una gran peste que devastó la comarca. En tal situación, dos hermanas le ofrecieron a San Lourenzo, patrón de la parroquia, dos yeguas (“bestas”) de su propiedad si las defendía del contagio. En el tiempo que duró la amenaza de la peste, las hermanas se refugiaron en una cabaña no muy lejana del pueblo (la huida era entonces considerada como el mejor remedio para no perecer). Pasada la peste cumplieron con su promesa, dándole al párroco las yeguas, que andando el tiempo se multiplicaron por los montes próximos.
Entonces, se cree que la práctica de mantener a los caballos en libertad tiene un vínculo histórico con la Iglesia católica, que permitía a los clérigos poseer caballos pero no cuidarlos.
Según los muchos defensores locales de la tradición, la «rapa das bestas« además de cumplir una función ritual tiene también como objetivo el bienestar de los animales. Muchas asociaciones de protección animal no ponen en duda las buenas intenciones de vecinos y loitadores. Sin embargo, los hechos documentados apuntan a que nos podríamos encontrar ante una justificación más para amparar una fiesta donde los animales sufren de forma innecesaria.
Sufrimiento de los animales en a Rapa das Bestas
Anima Naturalis, Pacma, Asociación Animalista Libera o la Fundación Franz Weber son algunas de las asociociaciones o partídos polítcos que vienen denunciando durante mucho tiempo esta tradición.
Varios colectivos animalistas alertan que no hay regulación alguna de un espectáculo en el que ven más interés económico que cultural. Estas organizaciones afirman que éxito un «nulo interés de la Xunta de Galicia por desarrollar medidas básicas en relación al bienestar animal» en una actividad que se ha convertido en «un espectáculo de pago».
El comienzo de la fiesta consiste en subir hasta el monte en busca de estas manadas de caballos salvajes. Hombres a pie corren para atrapar a las manadas asustadas, estresadas y desconcertadas por la invasión, ayudados por hombres a caballo las rodean y las hacen bajar hasta el pueblo. Las localidades a las que los llevan sueñen estar a varios kilómetros de distancia, y los caballos y potrillos salvajes se fatigan por el camino.
Una vez en el pueblo, y sin previo descanso, los encierran en el «curro», una plaza circular hecha de paredes de piedra. Allí, caballos salvajes acostumbrados a trotar libremente disfrutando de la paz y la tranquilidad del monte se ven sometidos al hacinamiento y encarcelamiento, de este modo no tienen el espacio suficiente para moverse hasta que termina el festejo.
¿Maltrato?
Desde el Partido Animalista Pacma consideran una aberración este tradicional festejo, que se celebra en algo más de una decena municipios gallegos durante el verano, ya que atenta directamente contra la integridad de los animales.
Desde el partido afirman que los caballos viven en libertad en la montaña, sin contacto directo con el hombre, por lo que sufren pánico extremo cuando son acorralados y conducidos a un recinto en el que se agolpan decenas de ellos, donde son sujetados por los vecinos, provocándoles lesiones y golpes innecesarios.
Además, en muchos casos, a los animales se les marca a fuego, ya que según denuncian conocedores de la tradición, aunque estos caballos y potros viven en libertad, tienen dueño y muchos de estos ganaderos se niegan a pagar por ponerle chip. La Ley de la Xunta de 2012 que los declara semi domésticos (ganado mostenco), obliga a identificar a estos animales.
Controversia en a Rapa das Bestas
Parece ser que la controversia de este acto sobre todo radica en las formas. Los caballos se recluyen efectivamente en un recinto cerrado para sanearlos, es decir: cortarles las crines para eliminarle parásitos (especialmente garrapatas) y suministrarles desparasitación vía oral, pero muchas personas cuestionan si esta forma de hacerlo se podría sustituir de alguna manera, ya que los animales sufren mucho.
¿Se la puede considerar maltrato igual que al toro de La Vega? ¿Es algo necesario para los equinos o no deja de ser un sufrimiento animal innecesario vinculado a otra de nuestras vergonzosas costumbres?
Para sus defensores es una actividad beneficiosa para los caballos, que contribuye a su supervivencia y salud. Para algunas organizaciones animalistas, en cambio, es un ejemplo más de tortura gratuita basada en la concepción de la superioridad del ser humano sobre los demás seres vivos.
Caballos salvajes en Galicia y negocio ilegal
Los montes gallegos son pasto de la mayor población de caballos salvajes de toda Europa. Convertidos en una particularidad de la zona, muchas localidades de Galicia llevan siglos celebrando fiestas y actos sociales en torno al animal. Una tradición que, en ocasiones, sirve de anzuelo al negocio ilegal. Desde hace años, redes organizadas y bandas de cuatreros roban los ejemplares para lucrarse con la venta ilegal de su carne o envían camiones llenos de caballos a zonas como Asturias para cobrar indemnizaciones por los daños del lobo.
La población de caballo salvaje en Galicia está en riesgo de desaparición, a pesar de ser una de las más importantes del mundo. Es la conclusión a la que llegaron investigadores de la Universidad de A Coruña en un estudio presentado ante la Comisión Europea en el marco del proyecto Life GrazeLIFE. Jaime Fagúndez, doctor en Biología y líder de la investigación, cuenta que, aunque no existe un censo oficial de estos caballos, sus estimaciones apuntan a que la población de hoy es la mitad de la que existía en los años 70.