¿Qué es ser vegano?
Ser vegano por motivos éticos es la máxima expresión de respeto hacia los animales. La mayor parte de veganos/as fundamenta su decisión de dejar de comer carne y derivados, para intentar paliar lo máximo posible el sufrimiento de los demás seres sintientes. La FAO de Naciones Unidas reconoce que: “la investigación científica ha demostrado que los animales de sangre caliente (incluyendo el ganado), sienten dolor y miedo”.
No necesitamos comer animales para estar sanos. Una alimentación con productos de origen vegetal puede aportar de manera suficiente todos los nutrientes (excepto B12) que necesitamos para estar saludables. Con el consumo de alimentos enriquecidos o suplementos de B12, los veganos obtienen esta vitamina de la misma fuente que cualquier otro animal del planeta (los microorganismos) sin causar sufrimiento a ningún ser sensible ni provocar daños al medio ambiente. La Academia de Nutrición y Dietética (Academy of Nutrition and Dietetics), la cual cuenta con más de 100,000 especialistas certificados, emitió un comunicado para respaldar la validez nutricional de una alimentación vegana para todo tipo de personas, en cualquier etapa de la vida.
¿Razones para ser vegano?
A partir del momento en que el término veganismo se fue desarrollando, hoy en día solo se entiende éste si tenemos en cuenta sus tres principales dimensiones: la ética, la medioambiental y la dieta.
Como se cita en este artículo: «el veganismo favorece a los animales pero también al medio ambiente y al resto de los individuos de nuestra especie. Los humanos somos omnívoros, es decir, tenemos la capacidad de poder comer de todo para la sobrevivir. Eso no quiere decir que tengamos que comer de todo, sino que dependiendo de las condiciones en las que nos encontremos, tendremos facilidad para alimentarnos de lo que encontremos: plantas o animales. Por ejemplo, si nos encontramos en el Polo Norte y solamente podemos pescar, podremos sobrevivir comiendo peces, o si por ejemplo nos encontramos en el trópico y solamente hay frutas y semillas a nuestro alcance, podríamos sobrevivir también comiendo estos alimentos».
En nuestro caso, vivimos en un país del primer mundo y afortunadamente una buena parte de la población española tiene acceso a alimentos de calidad. No así otra buena parte de la población, ya que la inestabilidad y la recesión económica inciden de manera directa y profunda en el derecho a la alimentación, al generarse un círculo vicioso entre pobreza e inseguridad alimentaria.
Como acabamos de comentar, un tanto por ciento considerable de la población española tiene recursos suficientes para acceder a alimentos saludables (tanto animales como vegetales) y es ahí, en nuestra propia decisión, donde todas las cuestiones citadas anteriormente cobran protagonismo: ética, medioambiente y nutrición.
La mayoría de asociaciones vegetarianas o veganas afirman que los seres humanos somos omnívoros y citando este otro artículo: «El hecho relevante no es que seamos omnívoros, sino que somos agentes morales. Esta es la única característica éticamente relevante. Esto significa que somos capaces de razonar moralmente y de distinguir entre el bien y el mal, actuando en consecuencia».
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