¿Las trufas son veganas?
¿Qué es una trufa? La trufa que encontramos en el suelo es el cuerpo comestible en flor de un género subterráneo de hongos. Hay algunas ligeras variaciones, pero generalmente crecen cerca de las raíces de los árboles, ya que son el resultado de una relación simbiótica entre los dos.
Leyendo esta descripción, podemos afirmar que una la trufa es vegana, ya que es un hongo vegetal… ¿Entonces por qué muchos veganos y veganas se niegan a comerlas? Ahora os contamos.
Las trufas son muy raras y bastante difíciles de cultivar y aún más difíciles de encontrar. Tampoco tienen una «vida útil» muy larga, por lo que todos estos elementos combinados equivalen a su alto valor en el mercado.
¿Cómo se encuentran las trufas?
Encontrar trufas es muy complicado y solamente crecen en las raíces de árboles compatibles. Estos pueden ser robles, avellanos, castaños, olmos o pinos. Además de esto, solamente unas ciertas señales nos pueden indicar que hay trufas cerca: áreas pequeñas en el suelo sin nada que crezca, signos de actividad de jabalí en las inmediaciones o huevos de mosca de la trufa encima.
Al ser tan difícil encontrar este hongo, las trufas se empezaron a recolectar usando cerdos o perros, que podían olerlas en los bosques. En la actualidad algunos recolectores la hacen esto como pasatiempo, y mientras pasean a sus perros, encuentran trufas en el camino, que luego venden. Sin embargo, hay otros que en realidad mantienen estos animales específicamente para encontrar trufas.
Al ser los perros muy valiosos, surge la necesidad de criar perros para ese propósito. La cría de perros truferos implica crear asociaciones de olor positivas con las trufas (o aceite de trufa), lo que eventualmente se convierte en actividades en las que el perro busca activamente trufas en recipientes.
Según los entrenadores de perros, los perros se divierten y están felices de buscar trufas porque es una actividad divertida y similar a un juego.
¿Es ética la cría de perros truferos?
PETA escribió un artículo llamado «¿Por qué nadie debería apoyar a un criador de perros?», que señala el problema fundamental de la cría de perros, que es aprovechar el sistema de reproducción de los perros para obtener ganancias, una idea que también va en contra de la definición de veganismo.
Al convertir un ser vivo en una mercancía, un proceso se vuelve inherentemente poco ético. Sin mencionar el hecho de que los criadores esencialmente están exacerbando la sobrepoblación de perros cuando tenemos 6 millones de animales que terminan sin hogar cada año, y la mitad de ellos son sacrificados porque no hay suficientes hogares para todos.
Se puede argumentar que estos perros son tratados éticamente, y que son felices y se divierten mientras buscan trufas, pero eso no cambia el hecho de que estos perros son vistos como mercancías, por lo que la inmensa mayoría de veganos y veganos no consume trufas, ya que en la mayoría de los casos se utilizan animales para encontrarlas.
Debate sobre la trufa
El debate sobre el consumo de la trufa no es muy habitual es ámbitos animalistas, vegetarianos y veganos; aunque si se pueden encontrar publicaciones en contra de su consumo por razones éticas, y otras tantas en las que no consideran explotación el trabajo animal de perros y otros animales.
En algunos foros, se pueden leer mensajes de usuarios argumentando que no hay muchas posibilidades de conocer las condiciones de trabajo a las que se someten los cerdos o los perros para encontrar las trufas y, en consecuencia, al comprar trufas se podría estar financiando indirectamente la crueldad hacia estos ‘animales de trabajo’, a diferencia de comprar carne o productos de animales, donde se sabe que la crueldad estuvo involucrada sin ninguna duda.
Para evitar estos debates, muchos profesionales recalcan que los perros truferos que trabajan con ellos/as son educados desde la cuna con grandes mimos y con todas las necesidades sanitarias más que cubiertas. Asegurando además, que para ellos no sea un trabajo, sino un juego.