¿Ser vegano es caro?

¿Ser vegano es caro?
Alimentación

¿Ser vegano es caro?

¿Ser vegano es caro? Un argumento que se escucha mucho en la calle contra el vegetarianismo y veganismo, es que es demasiado caro. Sin embargo, este argumento tiene muchas fisuras. En India, una de las naciones con mayor índice de pobreza del mundo, el 31 % de las mujeres y el 23 % de los hombres se declaran puramente vegetarianos.

Ser vegano es caro. Esta expresión se viene escuchando desde hace mucho tiempo en charlas informales. 

Arúgula

A medida que las dietas veganas se han vuelto más habituales, hay más discusión sobre sus pros y contras, incluidas las opiniones sobre lo cara que es realmente una dieta vegetal . Si bien estas discusiones, tanto en los medios de comunicación como en la discusión cotidiana, ha ayudado a las personas a conocer mejor lo que implica esta forma de alimentarse, es evidente que todavía existe una percepción generalizada de que una dieta vegana terminará costando más dinero.

 

Razones por las que las dieta vegana puede ser cara

Si bien el propósito de este texto es hacerte ver que ser vegano no es caro, no podemos ignorar el hecho de que a veces pueden serlo. Pero hay razones para esto, y definitivamente puede evitarlas.

1. Comprar procesados

Tanto si eres vegano como si no, una lista de compra en la que abunden los procesados puede resultar más cara. Y a esto debemos añadir que los procesados veganos son algo más caros.

Las nuevas tendencias en alimentación y el incremento de la demanda de productos de estas características han tenido su eco en la industria. En 2022 se prevé que el mercado global de sustitutos cárnicos se acerque a los 4.900 millones de euros y, en 2023, supere los 5.757 millones.

De un tiempo a esta parte, los lineales de las tiendas, supermercados y grandes superficies se han ido llenando de un sinfín de procesados y platos preparados veganos. Hamburguesas, salchichas, hummus y mucho más. Aparcando un poco su valor nutricional, si se puede comprobar que muchos de ellos si pueden tener un precio mayor que sus símiles cárnicos.

Las razones de este precio puede ser variadas: una I+D previa de estos productos que ha hecho encarecer el producto, ingredientes de mayor calidad, o simplemente una oportunidad del fabricante de encarecer el producto aprovechando el tirón veggie.

De cualquier manera, dietistas de todo el mundo animan a consumir procesados solo en contadas ocasiones. De esta manera, la compra de éstos nunca debería de encarecer tu cesta de la compra.

2. Comer fuera

Vamos a ser honestos. A la mayoría de nosotros/as nos gusta comer fuera.

Nos gusta relacionarnos con nuestra familia y amigos todo lo que podamos, y si no tenemos mucho tiempo a lo largo de toda la semana, lo mejor es organizar comidas o cenas en las que podamos disfrutar de la buena compañía, además de unos platos de máxima calidad. Sentarte en la mesa y no preocuparte por ingredientes, preparación y por supuesto de la limpieza de vajilla.

Por supuesto salir a comer fuera es más caro que preparar la comida en casa, ya que no solo pagamos la comida en sí, sino el servicio y los suministros y local. Y salir a comer fuera es más caro, siendo el restaurante vegano o no. Porque, erróneamente a lo que la gente piensa, los restaurantes veganos tienen el mismo rango de precios que los onmis. 

En Madrid, existe variedad en cuanto a precios. Igualmente, el rango de precios varía dependiendo de los establecimientos. El rango de precios para comer o cenar en los restaurantes vegetarianos y veganos en Madrid va desde los 10/12 hasta los 40/45 euros. Nosotros diríamos que el precio medio en la ciudad con entrante para compartir, plato principal, postre y bebida se puede situar en los 17/22 €.

3. Comprar orgánico y/o ecológico

Aunque no va relacionado, algunas personas al cambiar sus hábitos alimenticios, dejando carne y productos animales a un lado, comienzan a adquirir mayor cantidad de alimentos ecológicos, bio u orgánicos.

Por lo general, alimentarse con productos ecológicos, bio u orgánicos es más natural, ya que están libres de pesticidas u otros componentes químicos. Además, con bastante frecuencia, la calidad de los alimentos ‘eco’ es algo o bastante superior. Asimismo, entre los argumentos por los que los consumidores eligen estos artículos está que es una forma de promover el consumo responsable, siendo respetuoso con el medio ambiente y los recursos de la naturaleza. En el caso de los grupos de consumo, son alimentos ‘kilómetro 0’, esto quiere decir que existe una cercanía en el punto de producción y el consumidor, y que benefician, por tanto, a productores locales. 

El sistema de producción de un alimento ecológico y uno convencional no es igual, y de ahí vienen los distintos precios. Éstos difieren bastante dependiendo del producto: hay algunos con precios similares y otros muy dispares.

 

Ser vegano es barato

Esencialmente, una dieta vegana es más barata que la dieta convencional. Por supuesto, al igual que en la dieta convencional, dependiendo de los productos que elijas. Si quieres comer todos los días aguacates importados, hamburguesas procesadas y helado con frambuesas, por supuesto que va a ser más caro. Al igual que si alguien con una dieta omnívora elije chuletón, gambas y tarta de queso preparadas para comer todos los días.

Verdura

Verdura

Comer vegano es barato si sabes cómo y haces la compra con cabeza. La base de la dieta vegana son las legumbres, cereales y verduras, y son mucho bastante mas baratos que los productos cárnicos, el pescado y el marisco. Por ejemplo, los alimentos básicos altos en proteínas, como las legumbres, cuestan menos de 1€ el kilo.

 

¿Cómo comer barato?

  1. Compra en grandes cantidades. Esos productos que usas en el día a día y que tienen una larga vida útil, como pueden ser las legumbres, frutos secos, semillas y especias. Este tipo de productos los puedes comprar en packs y formatos grandes, así como en tiendas a granel.
  2. Compra verdura congelada. Muchas veces son más baratas que las frescas. Se recolectan en su momento óptimo de frescura para posteriormente ser congeladas. Además está demostrado científicamente que tienen las mismas propiedades que las verduras frescas.
  3. Usa el congelador. Puedes preparar comida para varios días y congelar la que no vayas a consumir. Ahorrarás tiempo y dinero seguro.
  4. Hazlo tu mismo. Aquí no estamos desvelando una fórmula secreta. Hay recetas muy rápidas y baratas que pueden ayudar a tu economía. Además, las puedes preparar a tu gusto. Hummus, seitán o una tortilla vegana son platos baratos y riquísimos.
  5. Aprovecha los mercadillos. Si tienes la suerte de tener un mercadillo cerca, aprovecha a hacer la compra en él. Si te vas fijando en los puestos, siempre vas a encontrar fruta y verdura más barata y de mejor calidad. Y si vas a última hora, alguna ganga seguro que te llevas.

 

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