Beneficios de la pasta integral
Básicamente, la pasta es un conjunto de alimentos preparados con una masa cuyo ingrediente básico es la sémola, mezclada con agua, y a la cual se puede añadir sal, huevo u otros ingredientes, conformando un producto que generalmente se cuece en agua hirviendo.
Eso es lo que dice Wikipedia sobre la pasta en general, aunque todos sabemos que es un mundo bastante más extenso.
La pasta es una de las más importantes fuentes de carbohidratos, junto con los distintos tipos de arroz y el pan. Además, es sin duda uno de los alimentos más versátiles y consumidos del mundo, y no solo en las cocinas asiáticas e italianas. No solo por su inconfundible y versátil sabor, sino también por todas las variedades y estilos de pasta que se pueden cocinar.
Origen de la pasta
Averiguar la procedencia de este alimento fundamental no ha sido una cuestión sencilla. Y son muchas las leyendas que se han generado alrededor de su historia.
La teoría más aceptada sobre el origen de la pasta es que fueron los chinos sobre el año 1000 a. C los que la inventaron. En ese momento la pasta la preparaban con harina de arroz y harina de habas. Aunque algo más tarde, Marco Polo en el siglo XIII, junto a sus tíos Nicolás Polo y Mafeo Polo, al regresar de una expedición de China el año 1271, introdujo la pasta en Italia, dónde tuvo aceptación al instante.
Diferencias entre la pasta normal y la integral
Cuando acudimos al supermercado o a la tienda de barrio existen básicamente dos opciones a la hora de comprar pasta. Por un lado es posible escoger la pasta blanca o de harina refinada y por otro lado la pasta integral, que esta compuesta entre otras cosas por germen y salvado, con lo que la hace nutricionalmente más rica que la pasta blanca.
La mayor diferencia está en la manera en que se trata los cereales a la hora de molerlos, ya que cuando se llega al proceso de molienda en la harina blanca se retira el salvado del trigo y por ende se va gran parte de la fibra y del complejo B.
En función de lo antes mencionado, hay que comentar que la pasta proviene del mismo cereal que el resto de las pastas (trigo, avena, arroz, maíz) y siempre de forma integral (valga la redundancia) ya que no elimina ninguna de las 4 partes del cereal (vaina, salvado, germen, endospermo).
A su vez es una pasta de alto valor nutritivo puesto que incluye grandes volúmenes de fibras, vitaminas (especialmente B) y minerales. Es de aspecto marrón intermedio, de textura ligeramente rugosa y su cocción es ligeramente más lenta (10 a 15 minutos).
Ventajas de la pasta integral
Por supuesto la pasta blanca con moderación es recomendada por nutricionistas, aunque la mayoría recomienda también comer pasta de otra forma, añadiendo por ejemplo pasta de arroz integral, de legumbre, de trigo sarraceno, de espelta integral, de quinoa o la tan buscada últimamente pasta konjac.
Las ventajas de la pasta integral con respecto a la tradicional se pueden resumir en tres:
En primer lugar, la pasta integral tiene una menor cantidad de calorías que la pasta refinada y un mayor aporte de fibra gracias al salvado, lo que favorece el tránsito intestinal y la eliminación de grasas, ya que no contiene grasas saturadas que son parte en el origen del colesterol malo.
En segundo lugar, la pasta integral contiene un mayor cantidad de vitaminas B, E y F, minerales, magnesio, zinc, proteínas y ácidos grasos esenciales.
En tercer y último lugar, la pasta integral contiene un alto nivel de hidratos de carbono (algo superiores a la pasta convencional) y esta cantidad nos ayudará a tener energía a lo largo del día.