¿Por qué a los españoles les gusta tanto la carne?
¿Por qué a los españoles les gusta tanto la carne? La podemos encontrar en la mayoría, e incluso en preparaciones que no tendrían que llevar siempre: ensaladas, sándwiches o pizzas. ¿Placer? ¿Costumbre? ¿Liberación de dopamina al comernos un filete?…
España se posiciona como uno de los países con mayor consumo de carne a nivel europeo y mundial, especialmente en el ámbito del cerdo. España también figura entre los países con mayor consumo de carne en general. En cuanto a los porcentajes de ingesta de carne es complicado buscar datos exactos, ya que las diferencias entre los diferentes estudios que se realizan varían notoriamente.
Lo que si es cierto, es que España sobrepasa el consumo de carne recomendado. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial para la Salud (OMS), la recomendación media de consumo de carne semanal es de 325 gramos por persona y 125 gramos en el caso de las denominadas carnes rojas.
Consumo de carne en España
La dieta en España, al igual que en muchos otros lugares, es el resultado de una combinación de factores históricos, geográficos, culturales y económicos.
El consumo de carne en España ha sido tradicionalmente alto en comparación con algunos otros países, aunque esto puede variar según las regiones y los hábitos alimenticios individuales. Históricamente, la carne ha sido una parte importante de la dieta española, con platos icónicos como la paella con carne, el jamón ibérico y diversos guisos y asados de carne.
Consumimos casi el doble de la que se aconseja, preferimos el pollo y los más ricos son los que más adquieren productos animales.
En cuanto a la reducción de consumir carne, los españoles lo tienen claro: la mayoría apoya la idea de reducir el consumo de carne para ayudar al medio ambiente o por motivos de salud. No tan claro está el hecho de evitar de comer estos alimentos. Hay una resistencia a dejar de comer por completo debido a la falta de costumbre, la falta de conocimiento sobre recetas con sustitutos y el hecho de que la población española afirma en líneas generales que la carne hace que la comida sepa mejor.
Estas últimas afirmaciones son sacadas de la encuesta para conocer los hábitos de consumo de carne de Tierra.org
¿Por qué nos gusta la carne?
La preferencia por la carne puede atribuirse a una combinación de factores biológicos, culturales y evolutivos. Aquí hay algunas razones que explican por qué a muchas personas les gusta la carne:
Sabor y Textura: La carne tiene un sabor y una textura únicos que son atractivos para muchas personas. La combinación de sabores umami, salado y grasoso en la carne puede resultar especialmente placentera para las papilas gustativas.
Valor Nutricional: La carne es una fuente rica en proteínas de alta calidad, vitaminas (como la B12 y hierro), minerales y grasas saludables. Estos nutrientes son esenciales para el buen funcionamiento del cuerpo y el desarrollo muscular.
Historia Evolutiva: Durante gran parte de la evolución humana, la carne ha sido una parte importante de la dieta. Consumir carne proporcionaba una fuente concentrada de energía y nutrientes esenciales, lo que pudo haber contribuido al desarrollo del cerebro humano.
Instintos Carnívoros: Se argumenta que los humanos tienen instintos carnívoros arraigados en su evolución. A lo largo de la historia, la caza y la ingestión de carne fueron actividades esenciales para la supervivencia de la especie.
Cultura y Tradición: En muchas culturas, la carne tiene un papel central en la alimentación y en eventos sociales. Las parrillas, barbacoas y otras formas de preparación de carne son a menudo tradiciones arraigadas en diversas comunidades.
Adaptación a la Cocina: La habilidad humana para cocinar y condimentar la carne ha mejorado su sabor y digestibilidad. La cocina permite que la carne se prepare de diversas maneras, lo que la hace más agradable al paladar.
Preferencias Individuales: Las preferencias alimentarias son altamente individuales y pueden depender de factores personales como la genética, las experiencias de vida y las influencias culturales.
Es importante destacar que, si bien la carne puede proporcionar nutrientes valiosos, también es posible llevar una dieta equilibrada sin depender exclusivamente de productos cárnicos. En la actualidad, hay muchas opciones dietéticas que pueden satisfacer las necesidades nutricionales sin incluir carne animal, como las dietas vegetarianas o veganas.
Peligro de comer carne en exceso
Ya son muchos los estudios que han relacionado consistentemente un mayor consumo de carnes rojas y procesadas con un mayor riesgo de ciertos cánceres, así como de enfermedades cardiovasculares.
Las carnes procesadas como el jamón, el tocino, y las salchichas son particularmente culpables debido a que la mayoría de ellas están tratadas con conservantes químicos llamados nitratos . Se ha descubierto que estos químicos están asociados con un mayor riesgo de cáncer de colon, riñón y estómago.
Las grasas saturadas de la carne pueden aumentar la inflamación en el cuerpo, según una investigación publicada en el European Journal of Nutrition . Además, la carne carece gravemente de antioxidantes que combatan la inflamación en comparación con los productos agrícolas.
El exceso de proteínas puede afectar a los riñones. Específicamente, las proteínas de origen animal están llenas de compuestos, que se descomponen en ácido úrico. Demasiado ácido úrico aumenta el riesgo de cálculos renales.
¿Las dietas vegetarianas y veganas son sanas?
Desde 2015, la Academia de Nutrición y Dietética de Estados Unidos establece que las dietas veganas y vegetarianas son saludables y nutricionalmente adecuadas. Pueden proporcionar beneficios para la salud, tanto en la prevención como en el tratamiento de ciertas enfermedades.
La OMS ha sido bastante distante a la hora de opinar sobre dietas vegetales y pocas veces ha tratado el tema abiertamente.
Uno de los pocos estudios que podemos consultar, es Plant-based diets and their impact on health, sustainability and the environment, documento de su Oficina Regional Europea. En el apartado de conclusiones se puede leer: «Para las personas que prefieren no consumir algunos o la mayoría de los alimentos de origen animal, las comidas a base de plantas saludables y bien planificadas pueden proporcionar niveles adecuados de micronutrientes. Para las personas que prefieren un enfoque más moderado, se pueden obtener beneficios sustanciales para la salud incluso mediante reducciones incrementales en los alimentos de origen animal y sustituciones con alimentos vegetales saludables. Sin embargo, para cualquier dieta basada en plantas, es prudente considerar los tipos y la calidad de los alimentos vegetales incluidos en la dieta».