¿Qué es la vegafobia?
La «vegafobia» es un término que se utiliza para describir la discriminación, el prejuicio o la animosidad hacia las personas que siguen una dieta vegana o vegetariana y/o defienden los derechos de los animales. Es una forma de discriminación basada en las elecciones alimentarias y de estilo de vida de alguien.
Vegetarianos/as y veganos/as, pueden experimentar una variedad de formas de discriminación, como burlas, calumnias, exclusión de situaciones sociales, comentarios despectivos y rechazo de sus preferencias dietéticas o éticas. Esto puede darse en las redes sociales, en el trabajo, en el ámbito personal y en la sociedad en general.
La vegetafobia puede resultar de la falta de conocimiento o comprensión del veganismo y el vegetarianismo, de la resistencia al cambio o de la defensa de creencias y costumbres culturalmente arraigadas. Algunas personas pueden considerar que el veganismo es extremo o innecesario, y pueden mostrar su desaprobación de manera hostil o irrespetuosa.
El término «vegafobia» no está reconocido oficialmente, y su aplicación puede cambiar según la situación. Sin embargo, se emplea para llamar la atención y combatir los prejuicios y la discriminación contra veganos y vegetarianos.
Es fundamental promover el respeto y la comprensión entre las diversas formas de vida y las preferencias dietéticas en la sociedad actual, donde un número cada vez mayor de personas opta por dietas vegetarianas o veganas por razones morales, ecológicas o de salud.
El término no es nuevo
Un estudio del Reino Unido de 2007 que analizó 397 artículos que mencionaban los términos «vegano», «veganos» y «veganismo» titulado «Vegafobia: discurso desproporcionado sobre el veganismo en los periódicos nacionales del Reino Unido» buscó respuesta.
Los investigadores llegaron a la conclusión de que el 74,3 por ciento de los artículos se etiquetaron como «negativos», el 20,2 por ciento como «neutrales» y solo el 5,5 por ciento como «positivos». Los artículos negativos tenían los siguientes rasgos, ordenados de más a menos comunes: burlarse del veganismo, caracterizar el veganismo como ascetismo, afirmar que es difícil o imposible mantener este estilo de vida, caracterizar a los veganos como sentimentales y etiquetar a los veganos como hostiles.
Matthew Cole y Karen Morgan utilizaron el término vegaphobia y el adjetivo derivado vegaphobic en un estudio de 2011. Por separado, el término vegefobia con una ‘e’ fue utilizado por Christophe Traïni en 2012, quien afirmaba que algunos activistas veganos pueden presentarse «como miembros de una minoría oprimida que se rebela contra la ‘vegefobia'». En la Conferencia Internacional de Derechos de los Animales de 2013, la actriz y productora Jola Cora dio una presentación titulada «Vegefobia, ¿qué es?»
Causas de la vegafobia
La vegafobia puede resultar de una variedad de factores. Estas son algunas de las posibles explicaciones:.
1. Falta de conocimiento y comprensión. Muchas personas pueden tener una comprensión distorsionada o incompleta del vegetarianismo y el veganismo. Debido a esto, pueden existir estereotipos desfavorables, prejuicios y falta de compasión por quienes se adhieren a estas dietas. La información inexacta puede generar miedo, renuncia para adaptarse y animosidad hacia los veganos y vegetarianos.
2. En algunas culturas, comer carne y otros productos animales puede estar profundamente arraigado en las prácticas y tradiciones culinarias. Esto se debe a diferencias culturales y tradiciones arraigadas. Se puede mostrar indiferencia o rechazo a quienes no están de acuerdo o cuestionan estas tradiciones. Algunas personas pueden ver el veganismo como una afrenta a sus tradiciones o una amenaza a su identidad cultural.
3. Se defienden las convicciones y los valores personales. Los sistemas de creencias y las normas morales varían mucho entre las personas. A algunas personas les puede resultar difícil comprender o aceptar las justificaciones éticas y morales del veganismo, lo que puede generar animosidad hacia los veganos o vegetarianos.
4. Superioridad moral. Algunas personas pueden percibir el veganismo o el vegetarianismo como un esfuerzo por defender la superioridad moral. Aunque no se manifieste de forma justificada, esta percepción puede generar resentimiento y hostilidad hacia quienes se adhieren a estas formas de alimentación.
5. Amenaza a la identidad individual. Para algunas personas, volverse vegano puede entrar en conflicto con sus preferencias dietéticas y de estilo de vida actuales. Esto puede generar reacciones defensivas y una actitud agresiva o defensiva hacia los veganos y vegetarianos.
Es fundamental recordar que estos factores son generales y que, dependiendo del entorno cultural y social, la veganofobia puede adquirir diferentes intensidades y manifestarse de diferentes maneras. La vegafobia se puede abordar y disminuir fomentando la educación, la libertad de expresión y el respeto mutuo.
Medios de comunicación y veganismo
El veganismo no se toma en serio en la mayoría de los medios de comunicación porque su propia existencia obliga a las personas a confrontar el hecho de que muchos de sus placeres y elecciones se derivan del sufrimiento innecesario y la matanza de animales inocentes. La mayoría de la gente ama a los animales. Pocas personas argumentarían lo contrario.
¿Por qué los medios evitan esta conversación en general?
Al cubrir el veganismo o los derechos de los animales, sin darse cuenta obligan a sus espectadores a reflexionar sobre sus elecciones y acciones. Esto puede causar vergüenza, frustración y tristeza.
Y los principales medios de comunicación son reacios a darle al veganismo la cobertura positiva que merece porque no quieren que sus espectadores se sientan avergonzados por sus acciones. Al cubrir temas en los que se puede culpar al sistema, al capitalismo, a los políticos o a cualquier persona más allá del individuo, los medios pueden controlar la narrativa y unir a las personas.
Nadie quiere sentir vergüenza o arrepentimiento. Y la mayoría de las personas, incluso los carnívoros, no quieren ver sufrir a los animales. Y debido a que las granjas industriales y los mataderos están completamente sellados y ocultos a la vista del público, las personas que financian estas operaciones con sus compras no sienten vergüenza ni culpa.
Entonces, al mantener estos temas en la oscuridad, lejos de la corriente principal, aquellos que contribuyen indirectamente al sufrimiento y la matanza de animales se liberan de cualquier sentido de responsabilidad o culpa moral.
Y debido a que los medios viven y se nutren de los clics y el dinero de la publicidad, necesitan que sus audiencias regresen por más.